Una legión de seguidores que ya se están reuniendo en torno a las faldas de la cantante para tener todo listo una vez que ella decida publicar el disco que tanto ha soñado.
Cientos de notas de prensa a distintos medios de comunicación informando de cada paso que la artista da, cientos de miles de seguidores de todos los puntos del mundo, varias delegaciones americanas abiertas deseando de ponerse en marcha para apoyar la idea de que la artista, por fin, les visite. Delegaciones en Italia, Francia, España, etc.. que no cesan en coordinar su trabajo para cuando Rosa dé el pistoletazo de salida.
Mucha ilusión, muchas emociones son las que les quedan tanto a la artista como a su legión de seguidores en los próximos meses. Y es que Rosa, sabe que está respaldada por el tesoro más preciado para un artista: Sus seguidores. Esos que no desfallecen en su empeño de hacer que su música suene en todas las radiofórmulas del país, de que la gira de la artista llegue a sus ciudades, de que Rosa López pase por los centros comerciales de su ciudad para poder firmar el disco. Un disco que, aún sin salir al mercado y sin tener datos relevantes sobre él, ya se ha convertido en un aliciente más para la expectación. Y es que el hecho de que Rosa lo esté mimando tanto durante estos años, el que ella misma haya decidido sobre su estilo musical y sobre lo que a ella le gusta cantar, hacen que su público se entregue de una manera más fiel. Ya que en el séptimo de Rosa López está claro que podremos encontrar a una Rosa con nombre propio. Se acabaron los discos de versiones, las dudas sobre el estilo que la artista tiene o no durante tanto años, se acabaron los debates entorno al color de su voz, porque AHORA, ese disco será cien por cien ROSA.
Un público que está dispuesto a darlo todo por la voz que los cautivó hace diez años. Aquella niña de tez blanca pero que se sacaba debajo del brazo el vozarrón más negro de todo el país. Aquella niña que embelesó a cientos de millones de personas frente a un televisor para ver como Eurovisión se ponía de moda. Aquella niña que, pese a mil trabas, ha seguido navegando con su velero por el complicado mar de la música. Una mar que está inquieta y que debe de adaptarse a los nuevos tiempos pero que a Rosa no se le ha atragantado nunca. Con o sin promociones grandes, con o sin sonar en radio-formulas del país, con o sin apariciones en televisión, Rosa López, hasta el día de hoy puede presumir que, pese a la difícil situación, ella consigue hacer que todos sus discos sean ORO y/o PLATINO. Lanzándola así a la certificación como Artista Solista Femenina que más discos despachó en su última década.
Todo eso sin ser un disco propio.
¿Que pasará cuando Rosa saque el Séptimo de su carrera?